Esta entrada debí escribirla mas temprano pero con el estrés que he tenido estos días ni me acorde. Entre las evaluaciones de la uni, la recuperación de Bombón y el viaje se consumieron mis pasados días pero aquí estoy, justo antes de entrar en el avión que me llevara a Brasil, con muchas expectativas pero también mucho miedo.
Al llegar a la parte internacional del aeropuerto me encontré con un pasillo inmenso y vacío, me sentí muy triste..no se por que.
En realidad creo que es por que echo de menos a mi familia, pero es solo una semana, ademas no puedo ser siempre inconformista; debo disfrutar mis decisiones.
Dios se ha movido de una manera grandiosa el día de hoy, permitió que mis vuelos salieran a tiempo, que mi familia me acompañara al aeropuerto, que Antonio me sacara las patas del barro y hasta con migración (SOLDADOS ODIOSISIMOS) me ayudo de verdad que estoy muy agradecido con mi Dios y espero me siga protegiendo en todo el viaje.
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