martes, 11 de septiembre de 2012

Todos alguna vez deseamos ser famosos

Yo, por ejemplo, cuando veo un concierto de X cantante, y veo como las personas lloran y se ponen eufóricas por solo tocarles la mano; cuando veo como van por todo el mundo y en todos los países llenan estadios, sin importar diferencias de cultura o idioma, algunas personas hasta aprenden el idioma de su ídolo solo para entender sus letras.

Y no se si este mal pero yo muy en el fondo deseo eso, se que es algo que va en contra de los caminos de Dios pero no puedo evitar sentirme deprimido cuando veo personas menores que yo que ya han alcanzado la gloria.

Solo me queda recordar que lo importante no es la gloria de este mundo sino la de Dios


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