Ella andaba, andaba por un rio.
Ella reia, reia ingenuamente y a la vez sufria.
Sufria por la realidad de su vida, por la falsedad de las circunstancias,.
Y aun así tuvo fuerzas para volar y desarrollarse en otras latitudes.
Actitudes diferentes y defensivas fue sacando a relucir para no ser lastimada por las espinas de la vida.
Se vendió, pero no se venció ni por un momento.
Luchó, hasta encontrar su felicidad.
Sin lecturas ni estudios realizo un doctorado en vivencia.
La convivencia no era su fuerte, pero aun así no irrespetaba a otros.
Era bella y lo sabia.
Era bella y lo aprovechaba... hasta que ya se cayeron sus pétalos.
La razón de esto: Cinco frutos de su vientre.
Cinco nuevas razones para seguir adelante con traumas y tristezas del pasado
Era bella y lo dejo de ser por mi, ahora es hermosa y se lo recuerdo a cada rato.
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