Este día era uno como cualquier otro, no tenia clase y me toco reunirme para estudiar lo cual odio porque no funciono así; igual fui, no hicimos nada que no hubiésemos podido hacer desde la comodidad de nuestro hogar. Ese día en la casa no había almuerzo, entonces no quería gastar dinero en comida. Casualmente me encontré a un amigo que iba al comedor y decidí conocer el comedor de luz antes de graduarme.
Increíble es lo que tienes que pasar en ese sitio por un plato de comida que a parte ni siquiera tiene la cantidad necesaria para llenar a alguien.
Decían que por lo general no se hacia tanta cola, casualmente hubo colas para regalar ese lunes que fui. Me sentí un poco denigrado, como si estuviese mendigando comida, y en cierta forma así era, pero lo que sentí en ese momento no me gusto, no porque sea sifrino, sino por la situación de todo en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario