El lunes pasado tuve que viajar de emergencia a Caracas para resolver un problema de mi viaje.
Al principio lo vi como un obstáculo, algo que tenia que pasar... y así fue.
Gracias a Dios el día no pudo ser mejor, encontré gente amable que me ayudo (y se ue eso lo hizo Dios). Tenia una perspectiva diferente de Caracas, creí que me encontraría con puros barrios y pobreza, pero no fue así.
Había mucha gente bonita en las calles, el clima era super rico y todos caminaban para hacer sus diligencias. De verdad fue algo distinto a lo que vivo en Maracaibo.
En el aeropuerto conocí personas de varios países y también ejecutivos que me inspiraron a querer ser como ellos, personas con una vida profesional muy movida.
Sentí que eso fue una practica para Brasil, y me emocione aun mas.
Cuando el avión despegaba me sentía libre, me sentía dueño de mis actos y con gasolina para llegar a la meta que me propusiera...positivismo.
Ese día fue totalmente diferente, y a partir de él, no he parado de tener días totalmente productivos (esos en el que haces muchas cosas organizadamente y todo lo que te propones hacer lo haces)
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