viernes, 10 de agosto de 2012

Un domingo que nunca olvidare

El domingo como a eso de las 10 am me encontraba descansando de un sábado de cosas inusuales salidas y alcohol, cuando de repente escucho al perro que dormía conmigo salir ladrado; Escucho que gritan la palabra maldito y me doy  cuenta que algo no estaba bien, me asomo en la puerta cuando veo que en la sala hay un tipo apuntando a mi papa, pidiéndole que no le oculte nada.

Entraron a todos los cuartos despertando a los que dormían apuntándolos a la cara y con jalones, pasaban por en frente del cuarto donde yo estaba, que por cierto tenia la puerta abierta, y ellos prefirieron llegar a aquellos que estaban con la puerta cerrada.

Saquearon la casa y en el cuarto que yo estaba nunca entraron.

En ese momento supe que Dios existía, pues fueron los 20 min mas largos de mi vida,  donde ore con las frases mas cortas que me salían. Le pedía a Dios que se fueran; y se fueron.

Eso fue un milagro que marco mi vida, según mi mama Dios nos hace hasta invisibles para que nada nos pase, y nada me paso, ni a mi ni a mis pertenencias.

Solo recuerdo la cara del ladrón, sus maldiciones y el llanto de los desesperados.

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